Murtra demanda a Bruselas que permita a Telefónica comprar otras ‘telecos’ en España

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El presidente de Telefónica, Marc Murtra, reafirmó este jueves su demanda a las autoridades regulatorias de la Unión Europea para que relajen las normas y permitan un proceso de consolidación entre las grandes operadoras de telecomunicaciones europeas con el fin de hacer frente a los gigantes de Estados Unidos o China. Sin embargo, en su discurso ante la junta general de accionistas fue un paso más allá y exigió que, antes de ese proceso de fusiones europeas, Bruselas permita primero que la consolidación se produzca en cada país, eliminando las trabas que pone a cualquier fusión. En ese contexto, Telefónica está dispuesta a plantearse consolidaciones en España que sean “económicamente rentables” antes de abordar operaciones de mayor calado a escala europea. Operaciones corporativas como la compra de otras telecos rivales que operan en España, que hasta ahora le han estado vetadas por su liderazgo en el mercado nacional.

“Ha llegado el momento de que las grandes compañías de telecomunicaciones europeas puedan consolidarse y crecer para tener una escala que permita invertir, innovar y atraer talento de forma determinante”, dijo Murtra, quien supeditó la participación de Telefónica es ese proceso de consolidación europea a que se liberen primero los mercados nacionales. “No habrá consolidación europea ni la consideraremos sin consolidación previa a nivel intramercado y sin racionalidad económica”.

El discurso de Murtra, en su primera junta de accionistas tras ser nombrado presidente de la operadora el pasado mes de enero en sustitución de José María Álvarez-Pallete, supone una novedad respecto a sus anteriores intervenciones, como la del Mobile World Congress (MWC) celebrado en Barcelona el pasado mes de marzo. Como entonces, el directivo catalán ha denunciado “la alta fragmentación en el sector de las telecomunicaciones en Europa, única en el mundo, y el exceso de regulación, también único por su intensidad. Han arrancado de raíz la posibilidad de que las telecos europeas pudieran haber sido gigantes tecnológicos que fueran capaces de competir con sus homólogos estadounidenses y chinos”.

Pero ahora Telefónica perfila su exigencia a Bruselas para que libere los mercados nacionales como paso previo a acometer esas fusiones transfronterizas que puedan protagonizar líderes europeos como Orange, Deutsche Telekom o la propia multinacional española. O sea, que las autoridades de Competencia se muestren más receptivas ante operaciones como la reciente fusión entre Orange España y MásMóvil que dio lugar a MasOrange, pero a costa de imponerle fuertes condiciones (remedies). Y que en esas transacciones nacionales pueda participar Telefónica. “La consolidación tiene ventajas corporativas dentro de los mercados locales como la mayor escala y capacidad de inversión, una base de clientes más amplia y un balance más sólido”, apuntó Murtra en la junta celebrada este jueves en Madrid.

El presidente de la operadora reiteró que antes de que acabe este año presentarán una revisión “estratégica” del plan de negocio actual, que se estructurará en torno a tres puntos. En primer lugar, Telefónica se centrará en Europa (“Nuestra prioridad será Europa, Europa y Europa”, en palabras de Murtra), aunque manteniendo Brasil como mercado prioritario, y abierta a las citadas operaciones corporativas de consolidación en España; en segundo lugar, la contención de la deuda y una gestión más simplificada (“Mantendremos una disciplina financiera de hierro y simplificaremos la compañía”); y, por último, la excelencia tecnológica y operativa (“Haremos de la eficiencia y la eficacia una ventaja competitiva”).

El directivo enclavó en esa disciplina financiera el proceso de desinversiones en Hispanoamérica, con la venta de las filiales de Argentina y Colombia (sujeto aún a la aprobación regulatoria), y la solicitud de concurso de acreedores en Perú. Y dejó entrever que seguirán analizando posibles salidas en el resto de mercados en el Continente donde aún se mantiene presente (México, Chile, Uruguay y Venezuela), con la excepción de Brasil.

Nueva etapa

Asimismo, Murtra defendió el proceso acometido de renovación del equipo directivo, con nombramientos como el del consejero delegado, Emilio Gayo, así como la entrada de nuevos consejeros para adecuar la composición del consejo a los cambios en la estructura accionarial, con la toma del 10% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y del 9,97% de la operadora saudí STC. “He revitalizado al equipo de dirección. Esto tendrá un impacto y tendremos planes accionables y una forma de ejecutarlos. Llevará tiempo, y les mantendremos informados a medida que avancemos (…) Todo lo hemos hecho, y lo haremos, respetando y manteniendo las mejores prácticas de buen gobierno. En los últimos meses se ha realizado un proceso de renovación ordenada del equipo que lidera la compañía y del consejo, para adecuarlo a la nueva estructura accionarial cumpliendo plenamente con las normas de gobernanza”, indicó el presidente de Telefónica.

Murtra también anunció que está dispuesto a revisar las remuneraciones del consejo y del equipo directivo, en relación a los informes de los asesores de voto. Algunos de esos proxy advisors como Institutional Shareholder Services (ISS) han votado en contra del informe de retribuciones del consejo de administración. Telefónica también tiene abierta una investigación interna sobre la indemnización a Álvarez-Pallete, que recibió 23,5 millones de euros tras su cese como máximo directivo de la compañía el pasado 18 de enero.

A preguntas de un accionista, que achacó su nombramiento a una decisión del Gobierno, Murtra indicó que su acceso a la presidencia de la operadora se produjo por unanimidad del consejo de administración, y que corresponde a la junta la “oportunidad de pronunciarse sobre esta nueva etapa”.

Aprobación del orden del día

La junta general de accionistas aprobó todos los puntos del orden del día. La ratificación de Murtra como consejero ejecutivo en su calidad de presidente obtuvo el 90,7% de votos a favor; el de Gayo como consejero delegado, registró el 98,5% de los votos; el nombramiento como consejero dominicial de Carlos Ocaña en representación de la SEPI, el 95,2%; el de Olayan M. Alwetaid, como consejero en representación de STC, el 98,7%; y el de la consejera independiente Ana María Sala tuvo el plácet del 99% de los accionistas.

El punto del orden del día que suscitó menos apoyo fue el informe anual de retribuciones del consejo, que fue aprobado con el 72,3% de los votos a favor, el rechazo del 11,6% de los accionistas y la abstención del 15,9%. La asamblea de accionistas también aprobó el reparto de dividendo este año de 0,30 euros por acción, el informe de gestión y la reelección de PricewaterhouseCoopers como auditor de las cuentas.