Samsung Galaxy Z Flip5 y Z Fold 5, primeras impresiones: no hace falta revolucionar para reinar entre los plegables.

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Samsung acaba de presentar sus dos nuevas armas dentro del territorio plegable: losSamsung Galaxy Z Fold5 y Galaxy Z Flip5, junto a los nuevos Galaxy Watch 6 y las Galaxy Tab S9. El primer modelo nace para refinar su referencia dentro del terreno de los plegables tipo libro. El Flip viene para impulsar aún más las ventas de plegables con un precio más competitivo.

Hablar del Samsung Galaxy Z Flip5 es hablar de un móvil que quiere tomar protagonismo en un punto clave: su pantalla exterior. En esta generación sube hasta las 3,4 pulgadas (el año pasado tenía tan solo 1,9 pulgadas). Deja así de ser un panel para notificaciones y widgets, buscando ahora una mayor funcionalidad. Como puedes ver, no se trata de un panel completamente cuadrado: hay un pequeño «escalón» en su parte inferior derecha para alojar las cámaras.

El Z Flip5 puede ejecutar apps en su pantalla exterior, aunque el listado en el lanzamiento es bastante escaso

La buena noticia es que, por fin, podemos ejecutar aplicaciones al completo, como YouTube o Google Maps,  desde esta pequeña pantalla. La no tan buena es que, como es un formato específico de Samsung, se requiere colaboración con desarrolladores para seguir alimentando el ecosistema de apps. Por el momento, la lista comprende: Google Maps, Mensajes de Google, Mensajes de Samsung, Netflix, WhatsApp y YouTube. Cinco apps externas si salvamos Mensajes de Samsung. Este es un conjunto algo escaso a mi parecer incluso para un móvil que anda en su primera fase. No obstante, la lista irá creciendo.

En lo que respecta al diseño, las sensaciones son prácticamente idénticas a las del año pasado, aunque hay un importante cambio. Se ha renovado la bisagra, ahora en forma de gota, para que deje de haber el pequeño espacio que había en anteriores Z Flip. Se repite con el cristal y el aluminio como combinación para los materiales, y el peso sigue siendo de 183 gramos.

Es un plegable que se siente muy, muy premium, aunque me atrevo a decir que la competencia se está empezando a poner a la altura. Ya no es un rival imbatible dentro del formato concha. El lector de huellas, ubicado en la misma posición del año pasado, sigue pareciéndome que está bastante alto, siendo casi imposible llegar si lo sujetamos con una sola mano. Los botones de volumen están aún más arriba, una crítica que hicimos el pasado curso y que no se ha solucionado (bastaría con moverlos al lado opuesto).

Al abrirlo, la sensación es clavada a la del pasado curso: un móvil muy alargado, con formato 22:9, resolución Full HD+ y tasa de refresco adaptativa de 1 a 120 Hz. Se mantienen los 1.200 nits de brillo por lo que, salvando la tasa de refresco adaptativa, pocos cambios encontramos por aquí. Si te preocupa la arruga, apuntar que aunque ha habido cierta mejora, sigue notándose en lo visual y en el tacto.

Sí que se renueva el corazón del dispositivo, que pasa a ser el Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 especialmente adaptado para móviles Galaxy. La memoria base también sube hasta los 256 GB de interna, aunque la RAM se mantiene en 8 GB. No ha habido cambios en la batería, de 3.700mAh con 25W de carga rápida. No obstante, Samsung espera que el nuevo procesador de Qualcomm haga de las suyas respecto a la eficiencia energética y tengamos mejores resultados respecto al modelo anterior

Por último, apuntar que las cámaras repiten configuración, con 12 + 12 + 10 megapíxeles. Se prometen mejoras gracias al Snapdragon 8 Gen 2, un procesador con mayor presencia de IA, reducción de ruido en tiempo real en vídeo y mayores capacidades de cara al procesado. En definitiva, una evolución muy lineal, con la pantalla secundaria como gran reclamo.

Ya te adelantamos que, en esta generación,Samsung ha sido bastante conservadora. El Galaxy Z Flip5 viene con una gran novedad en su pantalla secundaria y con pocos cambios en el resto del concepto. El Galaxy Z Fold5 es una evolución aún más contenida, con pequeñas mejoras en diseño y un hardware más capaz.

El Samsung Galaxy Z Fold5 es el modelo más continuista, tanto que poco puedo detallar en estas primeras impresiones: hasta que no lo probemos a fondo no podremos transmitir si de verdad ha habido evolución. Es un terminal que también cuenta con la nueva bisagra, amén de haber reducido sus dimensiones y peso. Más allá de esto, por fuera parece el mismo teléfono del año pasado, salvo que lo pongamos justo al lado del mismo para ver las pequeñas diferencias.

La pantalla exterior apenas presenta cambios. No se da el salto al Full HD+ (Samsung indica que para ellos es más importante el panel interior, y que por ello no evolucionan más en interior), no se cambia el formato y sigue siendo un móvil alejado del clásico 20:9. Tengo sensaciones encontradas, en un momento en el que tanto Honor como Huawei están experimentando con paneles que se acercan más a teléfonos «normales», sin renunciar por ello al formato plegable. 6,2 pulgadas, HD, refresco adaptativo de 48 a 120 Hz y formato 23.1:9: Samsung no ha querido arriesgar.

El panel interior también permanece idéntico en dimensiones, con la salvedad de que este año sube hasta los 1.750 nits de pico (1.200 típico). No se aumenta la resolución y, aunque la arruga es ligeramente más suave, la sensación vuelve a ser la de estar ante el mismo teléfono

Sigue siendo uno de los plegables mejor fabricados del mercado (la robustez de su bisagra, en lo personal, me sigue pareciendo la más resistente del mercado), aunque la ausencia de cambios en un móvil tan «rompedor» como es este plegable deja con ganas de más.

Los cambios están en el interior: ahora todos los modelos parten de 12 GB de RAM y comparten el Snapdragon 8 Gen 2 con el Galaxy Z Flip5. La batería sigue siendo de4.400mAh con carga rápida de 25W, sin evoluciones tampoco por aquí y ecomendándose al nuevo procesador para mejorar los números.

La cámara principal es el mismo sistema del Samsung Galaxy S23 (el modelo base, no el Ultra), por lo que tenemos 50 MP para el angular, 12 para el ultra gran angular y 10 para el telefoto. Quedará por ver si procesa igual que el «pequeño» modelo estrella de Samsung.

Salvando mayor brillo, potencia y un diseño que mejora ligereza y dimensiones, el Z Fold5 parece una evolución bastante contenida.

Samsung necesita seguir despierta allá donde fue pionera

A falta de probar ambos terminales a fondo, la realidad es que sobre el papel Samsung se queda por detrás en especificaciones puras frente a otros plegables lanzados recientemente. Por ejemplo, echamos en falta una ambición algo mayor en las resoluciones de los paneles externos, un pequeño boost en las capacidades de batería (pese a que el Snapdragon 8 Gen 2 y su eficiencia prometen), y algún pequeño avance en formato.

Pese a ello, Samsung sigue apostando por la baza del software: son imbatibles en este terreno. Quedará por comprobar en nuestra review a fondo si la experiencia de usuario logra hacer olvidar esos pequeños peros del hardware. La apuesta es continuista, pero la base de la que partían era más que sólida.

 

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