La empresa tecnológica ha organizado una jornada para dar a conocer los proyectos a 50 agentes vascos y estatales

Tecnalia trabaja desde hace años en tratar de dar con la fórmula que permita aplicar la tecnología industrial a la biomedicina. En ese empeño, la empresa tecnológica donostiarra ha organizado este jueves una jornada en la que ha dado a conocer cuatro proyectos a cerca de 50 agentes vascos y estatales de salud y de industria.

«La robótica puede solucionar problemas que no están resueltos. Las tecnologías médicas son productos, servicios o soluciones que se utilizan para mejorar la vida y la salud de las personas», ha recordado Andrea Sarasola, investigadora y gestora de proyectos de salud de Tecnalia, en la presentación de los proyectos a los medios de comunicación.

Tal y como ha dado a conocer el investigador e ingeniero Asier Fernández, los cuatro robots son utilizados actualmente en el campo industrial, pero podrían tener también un uso en aplicaciones médicas. «Son cuatro demos que están en fase de investigación, lejos todavía de la realidad», ha explicado, ya que faltarían por lo menos diez años más de desarrollo antes de su aplicación médica.

El primero de estos proyectos es un sistema robotizado para bioimpresión 3D que podría ser utilizado para implantes directamente en el paciente durante la intervención quirúrgica. «Podría utilizarse material con células madre y que el injerto fuese un trozo de hueso, de hígado o, más difícilmente, de cartílago», ha asegurado el investigador, al tiempo que ha recordado que ya se utilizan máquinas como estas en laboratorios para crear modelos que posteriormente se añaden durante la operación.

A ello se suma un brazo robótico que funcionada a modo de «tercera extremidad», lo que permite llevar a cabo tareas que requieran una sincronización especial. «Podría llegar a utilizarse en una cirugía para llegar a cualquier punto de la operación, pero también en otros ámbitos, como a la hora de manipular un componente químico», ha indicado Fernández.

Al hilo de este, también se desarrolla un robot teleoperador que repite los movimientos que realizan los brazos y las manos de una persona que utiliza un joystick. De este modo, al igual que el brazo robótico, sería posible acelerar con mayor precisión cirugías y manipular materiales en entornos sin riesgo.

Por último, Tecnalia también trabaja en el desarrollo de un exoesqueleto robótico para rehabilitar pacientes de ictus. «Hasta ahora, se utilizan en entornos industriales y sirven para que una persona pueda coger una mayor carga de peso, pero creemos que también puede darse una aplicación médica», ha señalado el investigador, explicando que es posible decodificar las señales eléctricas del cerebro y de los músculos del que lo utilice y, de este modo, activar los mecanismos de neuroplasticidad para que reaprenda una función perdida.

Conocimientos vascos

Todos estos proyectos parten de una maquinaria existente, mucha de ella procedente de Alemania, que ha sido adaptada con conocimientos y sistemas de producción vasca. «El reto, ahora, es hacer un desarrollo para que puedan adaptarse a las necesidades de cada usuario o empresa y ayudar, así, a que sean más competitivas», ha agregado Sarasola.

Para ello, es necesaria una financiación que se ha buscado a través de una jornada en la que las cerca de 50 empresas vascas y estatales han podido conocer de primera mano los adelantos. Por el momento, los cuatro proyectos continúan en desarrollo de cara a una posible utilización médica.

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