• El ex jefe de seguridad de Twitter, Peiter Zatko, dice en el Senado que sus fallos son tan graves que amenazaron la seguridad nacional.
  • Los accionistas de la red social dan el sí a la oferta de compra del fundador de Tesla.

Los accionistas de Twitter han votado este martes a favor de la compra de la red social por parte de Elon Musk, el fundador de Tesla, por 44.000 millones de dólares. Un resultado esperado por el mercado, que daba por hecho el sí a la opa, después de que el consejo de administración de la red social instara a los accionistas a aprobarla y ver la caída en Bolsa de la compañía. Sus títulos han cerrado hoy  a 41,74 dólares, lejos de los 54,2 dólares por título ofrecidos por el magnate el 13 de abril.

La compañía afrontará ahora el juicio contra el magnate (que sigue empeñado en romper la operación) en medio de durísimas acusaciones por sus políticas de seguridad. Y es que la votación de sus accionistas se produjo el mismo día que su exjefe de seguridad, Peiter Zatko, testificaba ante el comité judicial del Senado de EE UU, donde aseguró que la compañía es incapaz de proteger los datos de sus usuarios, que no tiene ningún interés en hacerlo y que ha decidido «engañar» a todos con sus problemas de seguridad. 

“Desde noviembre de 2020 hasta enero de 2022 fui miembro del equipo directivo de Twitter. En este papel, fui responsable de la seguridad de la información, la privacidad, la ingeniería, la seguridad física, la tecnología de la información y el soporte global de Twitter. Estoy hoy aquí porque la dirección de Twitter está engañando a la gente, a los legisladores públicos, a los reguladores y a su consejo de administración”, dijo al inicio de su comparecencia.

El exejecutivo, un reconocido hacker, afirmó que la empresa es una “bomba de relojería” en materia de seguridad. Y dijo que los fallos fueron tan graves que amenazaron la seguridad nacional y superaron con creces la capacidad de los reguladores de EE UU para vigilarlos. Según Zatko, la red social lleva décadas de retraso en las actualizaciones de seguridad necesarias y citó varios casos en los que priorizó su beneficio sobre el hecho de abordar los riesgos de seguridad. «Los incentivos de sus ejecutivos les llevó a priorizar los beneficios sobre la seguridad», remarcó.

El denunciante aseguró, además, que “uno o más trabajadores” de Twitter podrían estar trabajando para servicios de inteligencia extranjeros. Aunque no reveló para cuál, el senador de EE UU Chuck Grassely dijo que el FBI “notificó a Twitter de al menos un agente chino en la empresa”.

Zatko acuso a la red social de “desconocer cuánta información tiene, dónde la tiene y de dónde viene, por lo que no puede protegerla”, y señaló que los empleados “tienen demasiado acceso a demasiada información y a demasiados sistemas”. “Un empleado dentro de la empresa podría hacerse cargo de las cuentas de todos los senadores en esta sala”, insistió.

El exjefe de seguridad de Twitter añadió que avisó “repetidamente” a la dirección de la empresa sobre los fallos de seguridad y dijo que decidió denunciarla en julio ante el Congreso porque no lo escucharon. “Los fallos de seguridad amenazan la seguridad nacional, comprometen la privacidad y la seguridad de los usuarios y, en ocasiones, amenazan el futuro de la empresa”, continuó.

La comparecencia ante el Senado de Zatko es relevante, pues podría afectar en la batalla legal que enfrenta a Musk y la red social. De hecho, el exjefe de seguridad de Twitter ha sido citado por el equipo legal de Musk para testificar en el juicio, programado para el próximo 17 de octubre.

El CEO de Twitter, Parag Agrawal, rechazó comparecer hoy ante el comité del Senado, según Grassely, por temor a que pudiera poner en peligro el litigio de la compañía contra Musk. Twitter sostiene que Zatko perdió su puesto por “un liderazgo poco efectivo” y “un desempeño pobre” en sus tareas. Algo que el experto en ciberseguridad negó. 

“No hice las revelaciones de mi denuncia por despecho o para perjudicar a Twitter. Sigo creyendo en la misión de la empresa y en su éxito, pero este solo puede producirse si  protege la privacidad y la seguridad de sus usuarios y del público”, destacó.

El juicio podría arrojar luz sobre el funcionamiento interno de las prácticas de seguridad de Twitter. La compañía ha enfrentado críticas por controles deficientes, sobre todo después de que los estafadores de criptomonedas piratearon las cuentas oficiales de cientos de figuras públicas y compañías en julio de 2020.

La compra de Musk sigue en el aire. Desde la opa, el magnate ha intentado tres veces retirar su oferta aludiendo a supuestas violaciones del acuerdo de compra. En julio envió una carta asegurando que había sido engañado en el número de cuentas falsas, a finales de agosto envió otra donde se acogía a las ineficiencias de seguridad denunciadas por Zatko, y ya en una misiva en septiembre esgrimió que el pago de 7,75 millones de dólares a este denunciante por despido se había saltado el acuerdo, algo que Twitter niega.

Twitter siempre ha defendido que ha ofrecido a Musk información correcta y asegura que las denuncias de Zatko son parte de una «falsa narrativa» contra la empresa y que están plagadas de «inconsistencias e imprecisiones» y carecen de un contexto importante”, por lo que su objetivo será hacer cumplir el acuerdo al fundador de Tesla. Si la operación sale adelante en los términos pactados muchos accionistas podrían ganar mucho.

Fuente: cincodias.elpais.com

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