El multimillonario dueño de Tesla ha enviado una carta a la directiva de la red social para mostrar nuevamente su interés en hacerse con la compañía.

El multimillonario dueño de Tesla, Elon Musk, se rinde. El magnate finalmente ha decidido seguir adelante con la compra de esta red social, después de que su batalla judicial con Twitter se complicara (el juicio está programado para el próximo 17 de octubre). Según información de la agencia Bloomberg, que cita a fuentes cercanas a la operación, Musk ha hecho llegar una carta a la directiva de la compañía donde ofrece adquirir el 100% de Twitter por 54,20 dólares por acción, la misma oferta que había hecho antes de intentar dar marcha atrás. Esto supone valorar a la red social del pájaro en unos 44.000 millones de dólares (unos 44.150 millones de euros).

Tras el anuncio, las acciones de Twitter se llegaron a disparar un 17,5%, aunque luego la subida se ha aminorado hasta aproximadamente el 12,5%. Su cotización ha sido suspendida en Wall Street.

Al contrario que la red social, los títulos de Tesla han sufrido un recorte de las ganancias que estaban teniendo este martes. El fabricante de coches eléctricos había llegado a subir hasta un 6,23%, pero tras conocerse las intenciones de Musk de comprar Twitter, los títulos de Tesla han rebajado su crecimiento hasta el 1%.

Conflicto

Cuando se conoció en abril el interés de Musk por hacerse con Twitter, ambas partes habían firmado un documento en el que se comprometían a indemnizar con 1.000 millones de dólares a la otra en caso de que decidieran cancelar la operación. Los accionistas de Twitter habían votado el 13 de septiembre aceptar la oferta de compra tal como Musk la presentó. La compañía dijo en ese momento que el 98,6% de los votos emitidos estaban a favor del acuerdo. Musk, el mayor accionista de Twitter (tiene casi el 10% de la empresa, algo más de 73 millones de títulos), no votó, según dos personas familiarizadas con su decisión.

El magnate trató de dar marcha atrás a la operación tras alegar que Twitter se había negado a proporcionar información sobre sus cuentas falsas y el número de bots que tenía. «El acuerdo con Twitter queda suspendido temporalmente a la espera de que dé detalles que respalden el cálculo de que las cuentas falsas representan menos del 5% de sus usuarios», había dicho Musk en mayo.

Este asunto representa un gran problema para la red social desde hace años. De hecho, un estudio de la Universidad de Indiana en 2017 aseguraba que entre el 9% y el 15% de las cuentas presentaban las características de “bots sociales”. En su informe de transparencia de 2020, Twitter aseguró haber intervenido unas 278 millones de cuentas para verificar que fueran operadas por personas y a más de cinco millones de usuarios que infringían sus políticas de uso. Los bots son cuentas automatizadas, y susu uso puede llevar a sobreestimar el número de humanos en el servicio, lo que es importante para las tasas de publicidad y el valor general del servicio.

Sobre este asunto, el exjefe de seguridad de Twitter, Peiter Zatko, aseguró en septiembre ante el comité judicial del Senado de EE UU que la compañía es incapaz de proteger los datos de sus usuarios, que no tiene ningún interés en hacerlo y que ha decidido “engañar” a todos con sus problemas de seguridad.

La noticia de que Musk tira la toalla y recupera la opa llega antes de un esperado enfrentamiento entre ambos en la Corte de  Delaware el próximo 17 de octubre, en la que la compañía de medios sociales estaba decidida a buscar una orden que dirigiera a Musk a cerrar el acuerdo a 54,20 dólares por acción, o 44.000 millones de dólares por toda la compañía.

Musk, uno de los usuarios más destacados de Twitter, afirmó en julio que podía abandonar el acuerdo porque Twitter le engañó con el número de usuarios reales y la seguridad de los datos de los usuarios.

El 27 de septiembre, el equipo legal de Twitter dijo que los documentos obtenidos de dos científicos de datos empleados por Musk estimaron el número de cuentas falsas en la plataforma en un 5,3% y un 11%. «Ninguno de estos análisis, hasta donde podemos decir, apoyó remotamente lo que el señor Musk le dijo a Twitter y le dijo al mundo en la carta de renuncia», aseguró entonces al tribunal el abogado de Twitter, Bradley Wilson.

Ahora, la marcha atrás del ejecutivo,  «es una clara señal de que Musk reconoció dirigiéndose al Tribunal de Delaware que las posibilidades de derrotar al consejo de administración de Twitter era muy improbable y que este acuerdo de 44.000 millones de dólares se iba a completar de una manera u otra», aseguraba ayer varios analistas.

Los empleados de Twitter, cogidos por sorpresa en medio de las reuniones el martes, expresaron su incredulidad en tweets.

«Estoy sentado en la lectura de la estrategia de la compañía para 2023 y supongo que vamos a ignorar colectivamente lo que está pasando», escribió Rumman Chowdhury director de ética, transparencia y responsabilidad de aprendizaje automático de Twitter.

Cambio de rumbo

Un acuerdo entre ambas partes reavivaría los temores entre los usuarios de Twitter sobre los planes de Musk para la plataforma, que ha eliminado a prominentes voces políticamente conservadoras. De hecho, los partidarios de Donald Trump esperan que Musk reactive la cuenta del ex presidente estadounidense, que fue elimanda tras el ataque al Capitolio el pasado 6 de enero por sua partidarios.

Un compromiso renovado con el acuerdo daría a Musk, que ya es uno de los empresarios más prominentes y francos del mundo, un megáfono para sus opiniones. Ha utilizado Twitter para suscitar la polémica, incluso el pasado el lunes, cuando propuso un plan de paz para la guerra entre Ucrania y Rusia que suscitó una rápida condena del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy.

Los mensajes de texto que salieron a la luz durante el litigio mostraron que Musk planeaba luchar contra el spam mediante la verificación de cuentas, quería que Twitter girase en su estrategia desde a publicidad hacia las suscripciones y adoptar nuevos servicios como las transferencias de dinero.

Un acuerdo al precio original también permitiría a Musk financiar la transacción sin ninguna complicación. Según los términos del acuerdo los bancos y co-inversores en la operación se han comprometido a respaldar el acuerdo en los términos originales, pero si Musk y Twitter hubieran renegociado el precio, técnicamente habría permitido a los patrocinadores abandonar la operación.

Musk ya ha vendido 15.400 millones de dólares en acciones de Tesla desde que acordó la compra de Twitter. Ha dicho que no tiene previsto vender másde su participación en Tesla, pero algunos analistas esperan que venda su participaciónpara financiar el acuerdo con Twitter.

Dado que Twitter ya ha recibido el apoyo de los accionistas para la venta a Musk, el acuerdo podría cerrarse rápidamente si las dos partes llegan a un acuerdo sobre los términos originales. De hecho en el mes de junio, Twitter dijo queel periodo de espera para la autorización antimonopolio había expirado, lo que indicaba que el acuerdo podría seguir adelante.

Fuente: cincodias.elpais.com

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