Las tecnológicas intentan hacer frente a la subida de tipos y la inflación.

Los tambores de recesión suenan cada vez más cerca con la escasez de energía y la inflación haciendo mella en los hogares, las empresas y las economías de todo el mundo. Ni siquiera los gigantes tecnológicos se salvan de sus garras, lo que hace que muchos se pregunten si habrá llegado a su fin la época dorada de Silicon Valley.

La región, que engloba la zona al sur de San Francisco, lleva casi un siglo siendo un referente de la innovación, aunque fue con la llegada de los gigantes de las redes sociales -Facebook, LinkedIn, Whatsapp y Twitter, entre otros- en la década de los 2000 cuando alcanzó su máximo esplendor. En los años siguientes, la expansión de estas plataformas y los bajos tipos de interés propiciaron que éstas y otras compañías experimentaran un crecimiento casi constante, con unos ingresos astronómicos y unas perspectivas de futuro deslumbrantes. Durante ese tiempo, numerosas startups alcanzaron el estatus de unicornio -aquellas que superan los 1.000 millones de dólares de valoración-, otras tantas salieron a bolsa y se llevaron a cabo operaciones millonarias, como la compra de Tumblr por parte de Yahoo! por 1.100 millones de dólares.

Sin embargo, las cosas han cambiado tras el impulso experimentado a raíz de la pandemia. En los últimos meses, los gigantes tecnológicos se han visto obligados a abordar drásticas reducciones de plantilla, así como a congelar los sueldos y las nuevas contrataciones, para hacer frente a las subidas de tipos de interés y a la caída de sus valoraciones. Según Margaret O’Mara, profesora de la Universidad de Washington, a The Guardian, es «la vuelta a la normalidad después de una enorme carrera alcista durante la cual todo se ha sobredimensionado».

Fuente: eleconomista.es

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