Digi rompe el mercado y tensiona con su ‘ultra low cost’ a los competidores.

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Lidera de nuevo las portabilidades móviles con una propuesta basada en márgenes muy estrechos. Movistar es la que más sufre en agosto al no poder compensar con el arranque de LaLiga.

En pleno escenario inflacionario y con algunos de sus rivales planteando ya una subida progresiva de los precios. La operadora de telecomunicaciones rumana Digi mantiene el guión: rompe el mercado con su propuesta ‘ultra low cost’ y tensiona al resto de competidores en las portabilidades. Durante el mes de agosto las lideró en móviles (en línea fijas lo hizo Másmóvil).Entre estas últimas sumó en torno a 40.000 líneas procedentes de la competencia. Durante el segundo trimestre, su margen operativo en las cuentas se redujo por debajo del 12%. El mayor perjudicado en esta batalla a precio es Movistar que no ha podido compensar con el arranque de LaLiga, las nuevas tarifas flexibles de MiMovistar y la llegada de clientes de mayor valor.

Ya lo advirtió el consejero delegado del grupo rumano ante los analistas el pasado mes de marzo: no iba a incrementar tarifas pese a la inflación, tensando más el mercado. Desde esa fecha ha venido liderando las portabilidades. Y en el mes de agosto ha mantenido el pulso pese a la menor movilidad de los clientes en España. Según apuntan fuentes del mercado, es el único operador en positivo en portabilidades netas móviles. Másmóvil también pierde 8.400, pero si se elimina el efecto del prepago la cifra sería de 15.000 en positivo. Vodafone es el que menos pierde de los tres grandes con en torno a 5.000. Movistar y Orange se dejaron 26.000 y más de 11.000. Estos datos aún deben ser ratificados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Las tendencias de mercado se mantienen. También en las líneas fijas. Según los mismos datos, Movistar perdió 17.500 pese a las nuevas tarifas y el regreso de LaLiga. Orange se dejó 1.500 y Vodafone en torno a 7.000. En este terreno, Másmóvil y Digi vuelven a ser los que logran cifras positivas: 10.800 ganadas por parte del grupo dirigido por Meinrad Spenger y 7.700 en el lado de los rumanos. ¿La diferencia? Éstos últimos están creciendo a mayor velocidad en el negocio de ‘Sólo Móvil’.

Todos estos números se producen en un mes de agosto que suele ser muy relevante de cara al nuevo curso. En el verano se suelen renovar los contratos y captar una parte significativa de la base de clientes con permanencias. Además también arranca la temporada futbolística, que supone un aliciente más para atraer nuevos contratos. Como aseguró a finales de julio Meinrad Spenger en la conferencia con analistas, el mercado se ha ralentizado en cuanto a movilidad de clientes. Ofreció una cifra: un descenso del 20% en el número total de portabilidades. Y todo ello pese a que la agresividad comercial, sobre todo en el lado del ‘low cost’ (con Digi como abanderado), no ha aflojado de manera ostensible.

El modelo de Digi es peculiar. Es esencialmente un operador móvil virtual que ‘revende’ la señal de Telefónica, a la que accede a través del mercado mayorista regulado y de acuerdos comerciales particulares. Pero a esto suma también la construcción de su propia red de fibra óptica en grandes ciudades, que le permite ajustar aún más los precios (25 euros por 1 ‘giga’ de fibra y una línea móvil) por debajo de las marcas de bajo coste de los grandes operadores. Su captación fue en un primer momento basado en tiendas físicas y distribuidores de terceros. 

La subida de casi el 40% de los ingresos de Digi en el segundo trimestre implicó un crecimiento similar de los costes lo que volvió a estrechar sus márgenes

Ese modelo tiene un denominador común: tarifas muy bajas. Y esto lo hace a costa de los márgenes de beneficio de la compañía. Se trata de una filial con matriz en Rumanía pero cuenta con una plantilla amplia en España. El fuerte crecimiento también ha implicado un comportamiento similar de los costes (con mayores pagos a Telefónica por el alquiler), también de las amortizaciones de los despliegues. Esto hizo que durante el segundo trimestre del año su margen operativo del 11,7%. A esto hay que sumar más desembolsos para devolver una deuda que no ha dejado de crecer. En julio sumó 128 millones de euros de financiación en un crédito sindicado. 

Este ‘arreón’ de Digi a base de seguir tensando la cuerda en el lado de los precios se produce precisamente en un escenario de alta inflación que está pasando mucha factura a la cuenta de resultados de las operadoras (también de la rumana). En este contexto, uno de los contendientes ya ha movido ficha: Vodafone ha empezado a anunciar a sus clientes que vinculará los precios al Índice de Precios al Consumo (IPC) a partir de enero de 2023, como lo tiene implantado en Reino Unido. Mientras tanto, el CEO de Orange España, Jean François Fallacher, advirtió el pasado mes de marzo que vigilarían de cerca la evolución aunque descartó un incremento a corto plazo.

Ante la evolución de Digi y de otros operadores alternativos como Avatel, existe una preocupación entre las grandes operadoras en caso de que la autorización de la Comisión Europea a la fusión de Orange y Másmóvil implique medidas correctoras que les beneficien a los primeros. Este fuerte crecimiento de la compañía rumana ha sido uno de los grandes argumentos esgrimidos por los dos protagonistas de la ‘joint venture’ para reivindicar la ausencia de esos ‘remedios’. Vodafone tampoco querría un escenario con un cuarto mucho más fuerte y con más infraestructura propia.

Fuente: lainformacion.com

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